Continúo mi recorrido sin evitar lo inevitable, me dejo arrastrar hacia mi destino, quién sabe, tal vez llegue a la cima antes de lo esperado. Vislumbro el calor de unos brazos ansiosos por abrazar, generosos y amables. Me dejo, me sé deseada y esperada, me dejo. Me entrego ciega y confiada, me dejo. Muero un poco y otro más, me dejo y no pienso, me dejo por completo, me dejo y sonrío, me burlo de la vida cuidando mi momento, es mío, sonrío por eso.
Autora: Andrea Paparella
2 comentarios:
me encantó el texto...
No está nada mal e, texto, Fernando.
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