Contribuyentes

BUZÓN

Enviad vuestros relatos para que la biblioteca crezca

fsabadia@live.com

sábado, 28 de agosto de 2010

EN ESE PRECISO INSTANTE











Llovía sobre su cara. Se quitó las gafas y aceleró el paso. No por la lluvia, sino porque detrás de una de las ventanas de aquel hotel él la estaba esperando. Sus pasos se fueron haciendo cada vez más firmes y los tacones detonaban contra la acera empapada, haciendo saltar el agua sobre el bajo de sus pantalones.

Entró en el hotel por la puerta giratoria. No podía ser de otra forma. Su vida parecía un tiovivo en los últimos tiempos. Presionó el botón de llamada del ascensor y marcó el que tenía un 2 sobrescrito. Voló. Una ascensión rápida, mientras se secaba la cara y se ahuecaba la melena. Sobre el pasillo alfombrado del segundo piso sus tacones seguían haciendo ruido, un ruido sordo. 203. Introdujo la tarjeta y, despacio, abrió la puerta.

Él estaba dormido entre las sábanas, bello y perfecto. Se recostó para mirarle, pero su mano tropezó con un tomo precioso de Rilke que estaba esperándola en el lado vacío de la cama. Lo sacó de su estuche, “Sobre el amor. Rainer Maria Rilke”. Lo abrió: “Si alguna vez te pierdo”. Algo dentro de ella se conmovió intensamente. Sintió que le amaba. Le amaba, sí, y le besó. Y en ese preciso instante supo que había comenzado a perderle.





Autora: Laura Gómez Recas


Seguidores

Todas las fotos son de internet