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viernes, 22 de mayo de 2009

LA REFRACCIÓN DE LA LUZ






Cuando éramos niñas, Olga se cortó en la cara con un cristal que no había visto. Yo iba con ella cuando sucedió. Era mi mejor amiga. Jugábamos a “Embrujada” en las escaleras de la estación del metro. Pero ese día no voló. Llegó a casa llena de sangre. Yo estaba muy asustada porque pensé que se moriría. Tanta sangre, calle abajo, desde la estación de metro. Nos riñeron muchísimo. Nos castigaron. Pero Olga insistía en que el vidrio que la marcó no estaba allí cuando ella cayó. En que sólo apareció después, teñido de sangre. Olga no se murió. Pero al poco tiempo nos fuimos de la ciudad y no la he vuelto a ver. Se quedó atrapada en aquellos años de la infancia, sin posibilidad de regresar al presente. Se quedó en el Túnel del Tiempo, como los doctores Newman y Phillips de la serie americana de los jueves por la noche que yo veía, en blanco y negro, pero embelesada. Se quedó y nunca volvió a aparecer.


Autora : Luisa Miñana


7 comentarios:

ybris dijo...

Eso tiene jugar a "embrujadas" y frecuentar el "Túnel del tiempo".
Qué bien expresas, Luisa, ese sentimiento de guardar retazos en blanco y negro de gente sencillamente atrapada en nuestro pasado.

Un gustazo leerte, artista.

Besos y abrazos.

irene dijo...

Recuerdos infantiles, realidad o imaginación, no importa, tienen la ternura de la infancia.
Besos.

Lamia dijo...

El paso del tiempo, que nos devuelve las imágenes a través de otro color.

39escalones dijo...

¿Seguro que existió?

Doberka dijo...

Quién no ha tenido una amiga en la infancia, marcada o no, y un buen día desaparece de tu vida. Aunque, lo peor que te puede pasar es que cuando, casi, la habías olvidado, otro buen día, se cruza en tu camino, la reconoces, pero ella a tí... no. Magnifíco. Me encanta que haya tantas ventanas por las que poder entrar en tu micro relato, Luisa.

Besos

Laura Gómez Recas dijo...

Nunca creció. Es inquietante el relato. Dejamos atrapados en ese túnel a todos los que abandonamos en el camino. Olga siempre será una niña. Lo inquietante es que esa es una realidad, la del narrador,en este caso.

Un abrazo, Luisa
Laura

Carlos dijo...

hola, acabo de conocer tu blogg, esta excelente!!, vendre por aki mas q seguido!!

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