Durante años mantuvimos una relación epistolar, intercambiamos miles, millones de palabras diariamente.Ella, me escribía en verde y yo la contestaba en azul. Escribes igual que Neruda le decía y ella sonreía; lo notaba en la suavidad de sus trazos, en sus líneas y en sus párrafos. Durante años mi sangre fue de color verde, no podía vivir sin sus letras que llegaban puntualmente en respuesta a las mías. Entraban por los ojos y llegaban directas al corazón y así entre letras nos amamos, nos acariciamos y nos soñamos.
Agosto terminó como todo que comienza termina; yo, como de costumbre escribí en azul pero no obtuve respuesta, esperé hasta el día siguiente y volví a escribir. Esta vez la respuesta fue un paréntesis cerrado y un punto, acompañando, en negro, ni siquiera en verde. Yo pensé que parte del mensaje se había perdido o que era una de esas caras que se envían los jóvenes hoy en día con el móvil y volví a escribir en azul preguntando por su significado. Un largo silencio me llevó a la realidad, un escalofrío me recorrió todo el cuerpo y se me heló el corazón. Me di cuenta que todo había acabado que era un punto y final, así de golpe sin más palabras que explicaran los motivos y el porqué. Hoy sigo sangrando pues el paréntesis quedó clavado en mi corazón como aquellos soldados españoles de la División Azul que los rusos dejaron clavados cruelmente con picos en la posición que defendían.
Agosto terminó como todo que comienza termina; yo, como de costumbre escribí en azul pero no obtuve respuesta, esperé hasta el día siguiente y volví a escribir. Esta vez la respuesta fue un paréntesis cerrado y un punto, acompañando, en negro, ni siquiera en verde. Yo pensé que parte del mensaje se había perdido o que era una de esas caras que se envían los jóvenes hoy en día con el móvil y volví a escribir en azul preguntando por su significado. Un largo silencio me llevó a la realidad, un escalofrío me recorrió todo el cuerpo y se me heló el corazón. Me di cuenta que todo había acabado que era un punto y final, así de golpe sin más palabras que explicaran los motivos y el porqué. Hoy sigo sangrando pues el paréntesis quedó clavado en mi corazón como aquellos soldados españoles de la División Azul que los rusos dejaron clavados cruelmente con picos en la posición que defendían.
Autor: BLOPA DARUNE
No hay comentarios:
Publicar un comentario