sábado, 11 de septiembre de 2010

INSPIRACIÓN





Marcela, exhausta, no podía dejar de escribir. Un olor putrefacto a carne en proceso de descomposición no tardó en invadir la estancia. Afortunadamente su mano derecha seguía en buen estado y pudo firmar la novela.





Autora: Isabel González


2 comentarios:

  1. Gracias pòr publicarlo,espero que os guste, un abrazo, amigo.

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  2. me gustan mucho los micro, éste es un tragicómico muy bueno.

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