sábado, 23 de abril de 2011

SOLO DE VIOLÍN



La violinista pelirroja apura el sonido de la última nota en su instrumento y va dejando que poco a poco se convierta en silencio. Aparta el violín de su rostro y lo guarda entre sus brazos con manos lánguidas. Permanece inmóvil, sentada en el vestido negro, como si el concierto no hubiera terminado. Al fondo de la sala, un revuelo. Gente moviéndose entre las butacas. Al parecer, el señor que no ha dejado de toser la dos últimas horas ha sufrido un infarto. Le aflojan la corbata, le dan aire con el programa. La violinista sonríe, mientras, ahora ya sí, esconde el violín dentro de su caja.




Autora: Patricia Estebán






1 comentario:

  1. lo estaba leyendo con la página en ventana minimizada de tal modo que no veía la firma y según iba devorando palabras y líneas, pensaba parece Patricia , me ha alegrado tanto reconocer-te.

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