sábado, 4 de diciembre de 2010

"TE JURÉ QUE NUNCA PERMITIRÍA DEJAR DE AMARTE."







El espejo refleja el ojo cuidadosamente pintado. La sonrisa emocionada previa al encuentro. Me apresuro, se me está haciendo tarde y apenas tenemos tres horas cada jueves. LLego por fin, me besas apasionado, me desnudo entregada a tus manos, nada pierde de magia este momento arrancado a los años y al destino.

Después de haberlo sido todo el uno para el otro hace tantos años, y alejados por la vida hasta puntos completamente opuestos, nos reencontramos de nuevo, hace cuatro años. La vida, la jodida vida, nos ha devuelto en amantes fugaces que se beben la vida mutua en esos instantes.

Ahora, mientras me visto despacio, en la penumbra, me observas como cada jueves, con esa sonrisa absoluta. Pero hoy tu mirada no tiene ese puntito gris por la ineludible e inminente pérdida... hoy pareces diferente...

Te levantas, me abrazas por la espalda y me besas la nuca, sonrío, no creo que pudiese ser más feliz en estos momentos.

Hablas susurrando. Vas a separarte. Me pides que me separe, y nos casemos, y estemos de una vez juntos y para siempre.
Cierro los ojos. Me giro despacio, y te beso en la boca, en los ojos cerrados.

Mientras, me doy media vuelta despacio, y me alejo poco a poco.
En esos mismos instantes comprendo que hoy ha sido el último jueves... y maldigo profundamente la hora mientras me alejo para siempre.



Autora: Mme. Pompidou




1 comentario:

  1. A veces solo queremos ser amantes, amar siempre pero a tiempo parcial. No todos lo entienden, a veces ni nosotros mismos, salvo que nos dén la oportunidad de decidirlo.

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