Sé que era ella. El color del pelo diferente. Las facciones algo más henchidas quizás. Han sido dos segundos. Eran sus ojos, de eso no dudo. Y era su gesto, dedicado, en mitad de la inaudible conversación, al hombre que a su lado ascendía por la escalera mecánica, mientras yo descendía, bajando de inmediato la mirada para no tropezarme con el tiempo que transcurrido. El hombre que ahora ascendía a su lado por la escalera del centro comercial la acompañaba siempre por entonces a casa, en su versión de chaval desenfadado, al acabar las largas tardes en la piscina, a donde la venía a buscar tras el trabajo. Con el rabillo del ojo ambos hemos seguido las líneas de nuestras trayectorias opuestas. Nunca diremos nada. Ni siquiera he pensando qué le habré parecido, pasando junto al mío, de repente, su tiempo, el de ella. Escaleras del tiempo. Ella llevaba un peluche en sus manos, envuelto para regalo. Y yo la amé todas las tardes de aquel verano, en que la enseñé a nadar.
Autora: Luisa Miñana mantiene varios blogs como La arquitectura de tus huesos, Luisa Miñana, Un blog para Daniel , ha publicado entre otras cosas la novela Pan de oro y es la coordinadora de la revista cultural digital El cronista de la red.
Encuentros en la tercera fase. A veces es mejor mirar para otro lado.
ResponderEliminarAbrazos sendos.
Todos los relatos de Luisa, que he leído, me han encantado. Enhorabuena por otro blog. Otro sitio más donde echar ojos. Un abrazo.
ResponderEliminarBueno, yo le veo varias historias a esta historia. Una fuerte, otra rocambolesca y otra suave.
ResponderEliminarNo sé con cuál quedarme.
Excelente.
Un kiss,
M
Estupenda historia. Un abrazo y enhorabuena por este nuevo blog.
ResponderEliminarNe ha encantado.
ResponderEliminarYa sé que soy descaradamente parcial con Luisa.
Pero es que se lo merece.
Abrazos enormes a los dos.
Impresionante Luisa. No sólo lo que dice el micro relato, sino lo que no dice y juega con nuestra imaginación. Enhorabuena.
ResponderEliminarBesos
sou do Rio de Janeiro e amei seu blog. Tudo muito lindo.
ResponderEliminarSou poeta e artista plástica.
Mando uma poesia em sua homenagem:
A quem dizer
sobre tanta beleza
se ela existe
e está em nossos olhos
em nossas almas
encravadas por Luisa.
Um grande abraço,
Mônica Banderas