Cuando en la calle solo ves las baldosas húmedas y pisadas rápidas para volver a casa. Cuando trenzas tu pelo con la lana de tu bufanda y acoplas tu cabeza en el gorro de guata. Cuando das pasos cada vez más rápidos, tanto, que en vez de caminar, vuelas, con fuerza, como el cierzo. Justo cuando llego a casa y me quiero desnudar, para templar mi cuerpo y dejar fuera la frigidez del invierno, en es mismo instante... tengo sed de tu piel.
Autora: Belén Inred
Autora: Belén Inred
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