sábado, 26 de febrero de 2011

GAME OVER







Desnuda sobre la cama revuelta, miro tu cuerpo respirar junto al mío, tibio, silencioso. Tu olor cubre cada poro de mi piel todavía. Te miro, mientras apuro una última y deliciosa copa de Somontano Merlot.
Sonrío sin ganas... "Hay estrategias que siempre fallan" me repito, como ya te dije sobre nosotros una vez....
Suena bajito Lovers Dream de Anna Ternheim en el Spotify...
Maybe I could be yours
Maybe you could be mine maybe....
;-), maybe.... pero no, no va a poder ser....
Me levanto despacio, y voy poniéndome cada prenda de ropa que me has quitado tantas veces en estos dos ultimos días enormemente alejados de la realidad, de la verdad y de la cordura, prendidos de un limbo inaccesible...
Se escucha llover ventana afuera... en esta noche de finales de mayo.
Le doy otro sorbo al Merlot, mientras mis recuerdos se vuelven al sepia y retroceden casi catorce años a ese último verano en París, a esa noche en la que saliste de mi casa para no volver jamás. Me sacudo la cabeza, y me levanto de la cama, no quiero recordar cuando hace casi 8 años no llegaste a volver a entrar, aquella decisiva noche... aquella en la que escribiste definitivamente el final de nuestra historia...
Demasiado. Demasiadas renuncias, demasiado odio, demasiadas luchas,
demasiado, demasiado llorar.
No puedo más, estoy exhausta. Agotada de buscarte. Cansada de darte.
Vacía con tus no-palabras, tus no-hechos, tus no-luchas, tus "no future"....
temiendo que en realidad seas tú ese muro paralizante....
Cada paso, más dificil y decisivo... más costoso.... casi todos míos...
Pero hoy sé que ya no quiero dar ni uno solo más tan sola....
no puedo tirar sólo yo de todo esto, no puedo hacer más....
Mi lado ya está todo devanado. No hay más. No me queda nada más qué hacer.
Cierro la maleta, deslizo suavemente la cremallera para que no te despiertes.
Te observo por última vez desde la penumbra, al contraluz de la madrugada que despunta..
Te estremeces entre las sábanas, miro tu cuerpo descubierto, tu respiración se agita levemente, y me quedo quieta temiendo que te despiertes.
Camino silenciosa y temerosa de espaldas hacia la puerta, la abro con cuidado, y comienzo a llorar mientras me golpea la luz amarilla de un pasillo entelado en este hotel de provincias. Llorando ya con demasiada fuerza me avalanzo sobre el ascensor y me desplomo sobre el botón del sótano, intentando exhausta que mi cuerpo caiga al suelo antes que esta pobre cabeza estallando.
Necesito dormir.... sólo dormir y salir de aquí... sé que mañana volverá a ser un día perfecto en Matrix.






Autora: Hypathia Alejandría


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