Siempre me cuesta escribirte en lunes. El fin de semana es una nítida barrera entre mi vida real y tú. Un bálsamo contra ti.
Enormes dosis de cariño en casa, compartir, risas, los niños, él: un equilibrio perfecto.
Así que vencida por los remordimientos y con mi lado más frío, desearía cada lunes, semana tras semana, salir de todo esto y decir eso de "que te vaya bonito".
A veces también pienso en cuanta parte de vanidad y cuanta de amor verdadero hay en estas cosas y sonrío, sobretodo cuando pintarlo de vanidad es mucho más sencillo que admitir que se sigue queriendo.
Tú no eres alguien sin más, alguien que tambalea mi matrimonio porque sí. No. Eres tú. Ése es el problema.
Perderte fue una de las cosas más duras que he vivido. Aprender a vivir mi vida, sin ti, me costó infinito.
Hace muchísimos años supe que os quería a los dos. "Eso no es posible", dijo alguna gente, "siempre se quiere a alguien más".
:-) ¡Qué sabrán ellos!, querer, amar, sentir, perder, amar, sufrir, luchar, amar, sufrir, encontrar, amar, ganar, perder, sufrir... amar.
¿Qué fuimos nosotros?¿Qué somos ahora?¿un error, un jodido error?¿antes o ahora?¿odiar o querer?¿ganar o perder?¿querer ahora?
Duele. Sigue doliendo todo contigo. Duele la afrenta y esta letra escarlata sobre casi la misma cicatriz.
Duele mientras acepto a duras penas todavía cuanto te quiero.
Duele cuando ya nada era posible, duele porque estábamos a prueba de todo y de todos, duele porque todo ha encajado de nuevo. Duele a mis años, y con esta vida ganada a pulso, sentir que nada es mejor que escuchar un te quiero entre tus brazos.
¿Qué es todo esto?
¿Tanta fuerza tenía aquello?
Si no supimos vivir odiándonos, ¿cómo vamos a vivir ahora con todo ésto?.
Escrito por Fiona, un lunes cualquiera.
Autora: Fiona
No hay comentarios:
Publicar un comentario