La cafetería bulle y las tapas desaparecen sin nadie que las agarre, pero sí hay manos y bocas que resuelven el misterio de las tapas volantes, aunque yo no las vea...
Miro por la ventana, más allá de las naves y de las chimeneas, de los talleres y de las fábricas...e imagino esa tierra prometida en Argentina, esa casona de piedra con su chimenea encendida, y ese olor de hogar que deja la leña y los libros desparramados por todas partes.
Y me cierro la chaqueta de lana en ese porche en el que tantísimas veces nos sentamos, juntos, o a esperarnos.... y siempre vinimos.
Imagino de nuevo esa pradera cerca del bosque y del acantilado, y de la playa solitaria, sólo para nuestras manos....
Aparto la vista, revuelvo el café que me mantiene despierta y abro el saquete de este sinsentido dejándolo caer entero en el caldo oscuro. Remuevo despacio para que se deshaga en pedacitos más fáciles de digerir.
Miro por la ventana, más allá de las naves y de las chimeneas, de los talleres y de las fábricas...e imagino esa tierra prometida en Argentina, esa casona de piedra con su chimenea encendida, y ese olor de hogar que deja la leña y los libros desparramados por todas partes.
Y me cierro la chaqueta de lana en ese porche en el que tantísimas veces nos sentamos, juntos, o a esperarnos.... y siempre vinimos.
Imagino de nuevo esa pradera cerca del bosque y del acantilado, y de la playa solitaria, sólo para nuestras manos....
Aparto la vista, revuelvo el café que me mantiene despierta y abro el saquete de este sinsentido dejándolo caer entero en el caldo oscuro. Remuevo despacio para que se deshaga en pedacitos más fáciles de digerir.
Autora : Mme. Pompidou
Siendo la una de la madrugada, has conseguido llevarme al desayuno. Dentro de ese pequeño gesto, en el tiempo que se tarda en recibir la taza y desleír el azúcar, cabe mucho más que una mirada. Puede caber el pensamiento que resume una vida... o un sueño.
ResponderEliminarFecicidades.
Laura
Sucinto y agradable relato...un abrazo de azpeitia
ResponderEliminarMe ha ecantado el ambiente retratado en este relato y hasta he podido ver ese porche. Precioso
ResponderEliminarMe encanta que os haya gustado, es tremendamente personal y ocurrió literalmente una mañana almorzando en el polígono industrial donde trabajo...
ResponderEliminarAgradezco especialmente el comentario de Laura, por su certera diana... es cierto que resume una vida y un sueño... una vida queriendonos incesantemente y ese sueño eterno y etereo en donde poder poder estar finalmente con él...
Un sueño imposible... pero así es la vida.
Un beso y gracias a Fernando por su generosidad en dejarnos estas paginas para compartirlas.
Mme Pompidou.
los sueños a veces se van entre los sorbos de café
ResponderEliminarprecioso relato
un beso
Vaya si me ha gustado.
ResponderEliminarQuizás porque yo también haga lo mismo mucho más temprano.
Pero siempre con el mismo sentido de hacer digerible el sinsentido.